Afirmaciones




Toda la vida es una cadena de fines y principios. Lo acepto como un hecho natural y se disuelve el dolor de los finales. Siempre hay un nuevo eslabón, porque fines y principios están unidos.
Sé que dentro mío existe una parte profunda y sabia. Cuando me hago a un costado y la dejo funcionar, resulta tan precisa para guiar mis decisiones que se va mi temor. Cuando se enciende ese piloto automático, no hay error.
Así como mis necesidades surgen en mi interior, mis necesidades son satisfechas desde mi interior. Todo lo que pueda necesitar para ser feliz y pleno YA está en mí. Lo acepto.
Hoy me alivia pensar que los encuentros son posibles, que los deseos son logrables.
Hoy afirmo la idea de que lo yo estoy buscando me está buscando a mí.
Hoy estoy atenta a mi diálogo interior. Si me descubro con quejas o protestas, las imagino como un collar de adoquines colgando de mi cuello. Me saco el innecesario collar y cambio las quejas por positiva acción.
En un lugar profundo adentro mío existe una serenidad tan clara como un campo de nieve. Lo sé, por eso dejo ir toda tensión y molestia. Estoy centrada y en calma. Acepto la paz interior, ya.
Acepto que no todo está tan claro en mi mente. Sé que el primer paso hacia la claridad es aceptar mi confusión. Pero también sé que si medito y me sincero, encuentro lo oculto detrás del cortinado de confusión.
Valoro estar despierta y no sonámbula. Si siento que algo en mi vida me duele, aprendo lo que el dolor me enseña. Al aprender, el dolor deja de ser necesario.
Hoy abandono las heridas y el enojo, las críticas y el defenderme. Son cargas innecesarias. Sin ellas me aligero y me alivio. Queda un espacio libre en el que -en lugar de sufrir- puedo bailar la vida.

“Doce Síntomas de Tu Despertar a la Divinidad”




1.Dolores y Malestares físicos, especialmente en el cuello, los hombros y la espalda. Estos son resultado de cambios intensos en tu nivel de ADN al despertar la Semilla Crística en tu interior. Esto también pasará.

2.Sentimientos de profunda tristeza sin razón aparente. Estás liberando tu pasado (de ésta y de otras vidas) y esto causa un sentimiento de tristeza. Es similar a la experiencia de cambiarse de una casa en la que has vivido muchos, muchos años, a una nueva. Por mucho que desees cambiarte a la nueva casa, se siente la tristeza de dejar atrás los recuerdos, la energía y las experiencias de la vieja. Esto también pasará.

3.Llorar sin razón alguna. Similar al anterior. Es bueno y es sano dejar que fluyan las lágrimas. Ayuda a liberar la vieja energía interior. Esto también pasará.

4.Apartarse de las relaciones familiares. Estás conectado a tu familia biológica vía el viejo karma. Cuando te sales del ciclo karmático, los lazos de antiguas relaciones se liberan. Podría parecer como si estuvieras separándote de tu familia y amigos. Esto también pasará. Después de algún tiempo, tal vez establezcas una nueva relación con ellos, si así es lo adecuado. Sin embargo, la relación estará basada en la nueva energía, sin las ataduras karmáticas.

5.Cambios repentinos de trabajo o profesión. Un síntoma muy común. Al cambiar, las cosas que te rodean cambian también. No te preocupes por ahora por encontrar el trabajo o la profesión correctas. Esto pasará también. Estás en medio de una transición y es posible que hagas varios cambios de trabajo antes de establecerte en uno que se ajuste a tu pasión.

6.Patrones de sueño Irregulares. Es probable que te despiertes muchas noches entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana. Hay mucho trabajo en marcha en tu interior y con frecuencia esto hace que te despiertes a tomar un respiro. No te preocupes. Si no puedes volver a dormirte, levántate y haz algo en vez de quedarte.

7.Sueños intensos. Estos pudieran incluir sueños relacionados con guerras y batallas, persecuciones y monstruos. Literalmente estás liberando la vieja energía interior y estas energías del pasado a menudo están simbolizadas por guerras, huídas y "cocos". Esto también pasará.

8.Desorientación física. A veces te sentirás desubicado. Como espacialmente cuestionado, con la sensación de que no puedes poner los pies en la tierra o de que andas caminando entre dos mundos. Al transitar la conciencia hacia la nueva energía, a veces tu cuerpo se queda atrás. Pasa más tiempo cerca de la naturaleza para que te ayude a aterrizar la nueva energía en tu interior. Esto también pasará.

9.Incremento de la "auto-conversación". Con mayor frecuencia te vas a encontrar hablando contigo mismo. De pronto te das cuenta de que llevas media hora de conversación contigo mismo. Se está dando un nuevo nivel de comunicación dentro de tu ser y estás experimentando la punta del iceberg con la “auto conversación”. Las charlas se incrementarán y serán más fluidas, más coherentes y más intuitivas. No te estás volviendo loco, simplemente eres un Shaumbra trasladándote a la nueva energía.

10.Sentimientos de soledad, incluso en compañía de otros. Puedes sentirte solo y aislado de los demás. Puedes sentir el deseo de "huir" de grupos y multitudes. Como Shaumbra, estás recorriendo un camino sagrado y solitario. Por mucho que los sentimientos de soledad te causen ansiedad, es difícil que en este momento puedas relacionarte con los demás. Los sentimientos de soledad están también asociados con el hecho de que tus Guías se han ido. Han estado contigo en todos tus viajes, en todas tus vidas. Era tiempo de que se retiraran para que puedas llenar tu espacio con tu propia divinidad. Esto también pasará. El vacío interior se llenará con el amor y la energía de tu nueva conciencia Crística personal.

11.Pérdida del entusiasmo. Puedes sentirte totalmente desapasionado, con escaso o ningún deseo de hacer alguna cosa. Eso está bien y es parte del proceso. Tómate este tiempo para el "NO-hacer". No luches contigo mismo por ello, porque también pasará. Es similar a volver a arrancar la computadora. Necesitas apagarla un momento para que pueda cargar ese nuevo y sofisticado programa o, en este caso, la energía de la nueva semilla Crística.

12.Un profundo anhelo de regresar a Casa. Tal vez sea ésta la más difícil y desafiante de todas las condiciones. Puedes experimentar un profundo y abrumador deseo de abandonar el planeta y regresar a Casa. No es éste un sentimiento "suicida". No se basa en la cólera o la frustración. No le des excesiva importancia ni hagas un drama, para ti o para los demás. Hay una silenciosa parte de ti mismo que quiere ir a Casa. La causa original de esto es bien simple. Ya has completado tus ciclos karmáticos. Ya cumpliste el contrato de esta vida. Estás listo para iniciar una nueva vida, mientras estás todavía en tu cuerpo físico. Durante este proceso de transición, tienes reminiscencias interiores de cómo es estar del otro lado. ¿Estás preparado para enlistarte en otra jornada de servicio aquí en la Tierra? ¿Estás preparado para aceptar los retos de trasladarte a la Nueva Energía? Sí, por supuesto que podrías irte a Casa ahora mismo. Pero has llegado hasta aquí y después de muchas, muchas vidas, sería una lástima marcharse antes de que termine la película. Además, el Espíritu te necesita aquí para ayudar a otros a hacer la transición a la nueva energía. Van a necesitar un guía humano, exactamente como tú, que ha hecho el viaje de la vieja energía a la nueva. El sendero que en este momento recorres te proporciona las experiencias que te capacitarán para convertirte en Maestro del Nuevo Humano Divino. Por solitario y oscuro que sea a veces tu viaje, recuerda que nunca estás solo.