El Todo




«EL TODO crea en su mente infinita innumerables universos, que existen por eones de tiempo; y sin embargo, para EL TODO, la creación, desarrollo, declinación y muerte de un millón de universos es como el tiempo del parpadeo de un ojo.»


El Kybalion.

«La mente infinita del TODO es la matriz de los universos.»

El Kybalion.

El principio de género , está manifestado en todos los planos de la vida material, mental y espiritual. Pero, «género» no significa «sexo» - el sexo es meramente una manifestación material del género-. «Género» significa «relativo a la generación o creación».Y donde quiera que algo se genera o crea, sobre cualquier plano, el principio de género debe estar manifestado. Y esto es verdad incluso en la creación de universos.


Ahora bien, no saltéis a la conclusión de que estamos enseñando que hay un dios, o creador, macho y hembra. Esa idea es meramente una distorsión de las antiguas enseñanzas sobre el tema. La verdadera enseñanza es que EL TODO, en sí mismo, está por encima del género, como está por encima de toda otra ley, incluyendo las del tiempo y el espacio. El es la ley, de donde proceden las leyes, y no está sujeto a ellas. Pero cuando EL TODO se manifiesta sobre el plano de generación o creación, entonces actúa de acuerdo a la ley y el principio, pues se está moviendo sobre un plano inferior de existencia. Y consecuentemente manifiesta el principio de género, en sus aspectos masculino y femenino, sobre el plano mental, desde luego.

Esta idea puede parecer alarmante a algunos de vosotros que la oís por primera vez, pero todos la habéis realmente aceptado pasivamente en vuestras concepciones de cada día. Habláis de la paternidad de Dios, y la maternidad de la Naturaleza de Dios, el Padre Divino, y la Naturaleza la madre universal- y habéis, por tanto, reconocido instintivamente el principio de género en el universo. ¿No es así?

Pero la enseñanza hermética no implica una dualidad real -EL TODO es UNO-; los dos aspectos son meramente aspectos de manifestación. La enseñanza es que el principio masculino manifestado por EL TODO se halla, en un sentido, aparte de la creación mental real del universo. Proyecta su voluntad hacia el principio femenino (que puede ser llamado «Naturaleza»), a lo que el último comienza el verdadero trabajo de la evolución del universo, desde simples «centros de actividad» hasta el hombre, y después continuamente aún más arriba, todo de acuerdo con leyes de la Naturaleza bien establecidas y firmemente establecidas. Si preferís las viejas figuras de pensamiento, podéis pensar en el principio masculino como DIOS, el padre, y en el principio femenino como la NATURALEZA, la madre universal, de cuya matriz han nacido todas las cosas. Esto es más que una mera figura poética del habla; es una idea del proceso real de la creación del universo. Pero recordad siempre que EL TODO no es sino uno, y que en su mente infinita el universo es generado, creado y existe.

Puede ayudaros a obtener la idea apropiada, si queréis aplicar la ley de correspondencia a vosotros mismos y a vuestra propia mente. Sabéis que la parte de vosotros que llamáis «yo», en un sentido, se halla aparte y es testigo de la creación de imágenes mentales en vuestra propia mente. La parte de vuestra mente en la que se lleva a cabo la generación mental puede ser llamada el «mí», en distinción al «yo» que se halla aparte y presencia y examina los pensamientos, ideas e imágenes del «mí». «Como es arriba, es abajo», recordad, y los fenómenos e un plano pueden ser empleados para solucionar los interrogantes respecto de planos más altos o más bajos.

¿Es extraño que vosotros, niños, sintáis esa reverencia instintiva por EL TODO, sentimiento al que llamamos «religión», ese respeto y reverencia por EL PADRE MENTE? ¿Es extraño que, cuando consideráis los trabajos y maravillas de la Naturaleza, seáis abrumados por una poderosa sensación que tiene sus raíces abajo en vuestro ser más interno. Es la MADRE MENTE a la que os estáis aferrando, como un bebé al pecho.


No cometáis el error de suponer que el pequeño mundo que veis, alrededor vuestro -la Tierra, que es un mero grano de polvo en el universo- es el universo mismo. Hay millones de millones de tales mundos y mayores. Y hay millones de millones de tales universos en existencia dentro de la mente infinita del TODO. E incluso en nuestro propio pequeño sistema solar hay regiones y planos de vida mucho más elevados que los nuestros, y seres comparados con los cuales nosotros mortales ligados a la tierra somos como las legamosas formas de vida que habitan sobre el lecho del océano cuando se comparan con el hombre. Hay seres con poderes y atributos superiores a lo que el hombre haya soñado nunca que poseyeran los dioses. Y sin embargo estos seres fueron una vez como vosotros, y aun inferiores, y vosotros seréis igual que ellos, y aun superiores, con el tiempo, pues tal es el destino del hombre tal como es referido por los iluminados.


Y la muerte no es real, incluso en el sentido relativo -no es sino nacimiento a una nueva vida- e iréis adelante, y adelante, y adelante, a planos de vida superiores y más altos todavía, por eones de eones de tiempo. El universo es vuestro hogar, y exploraréis sus más alejados escondrijos antes del fin del tiempo. Estáis habitando en la mente infinita del TODO, y vuestras posibilidades y oportunidades son infinitas, tanto en tiempo como en espacio. Y al final del gran ciclo de eones, cuando EL TODO atraiga de vuelta hacia sí todas sus creaciones, iréis contentos, pues entonces seréis capaces de conocer toda la verdad de ser uno con EL TODO. Tal es el dictamen de los iluminados o sea aquellos que han avanzado mucho a lo largo del sendero.

Y, mientras tanto, descansad calmos y serenos; estáis a salvo y protegidos por el poder infinito del PADRE-MENTE.

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