PUREZA




Rodeada de lirios,
embriagada por su aroma,
adormecida por el canto de un ruiseñor,
un aurea envuelve mi cuerpo,
como una veleta que gira con el viento
un leve susurro sale de mi interior,
que se pierde en el laberinto del tiempo.
Palabras que entrelazadas forjan una gran cadena,
en un fría losa,
donde solo el silencio reposa.
Una suave brisa forma la esperanza,
son los sueños y el aroma de los lirios,
en manos de un ángel caído.
Como un claustro de flores
rodeada de ruiseñores,
que me eleva
a la cima del cielo,
donde solo encuentro
calma y consuelo.