El Sendero del Mago



El mago vive en estado de conocimiento.

Este conocimiento dirige su propia satisfacción.

El campo de la consciencia se organiza alrededor de nuestras intenciones.

El conocimiento y la intención son fuerzas.

Aquello que tenemos intención de hacer modifica el campo a nuestro favor.

Las intenciones comprimidas en palabras encierran un poder mágico.

El mago no trata de resolver el misterio de la vida.

Está aquí para vivirla.





El joven Arturo tardó mucho tiempo en reconocer plenamente que había sido educado por un mago. Merlín lo había llevado al bosque a las pocas horas de nacido y sólo muchos años después, al regresar al mundo, comprendió la curiosidad que generaba su asociación con un mago.


- "Si realmente conociste a Merlín", le decía la gente (aquellos que se tomaban la molestia de pensar que el muchacho no estaba simplemente loco), "¿qué hechizos te enseñó?"


- "¿Hechizos?", preguntaba Arturo.


- "Encantamientos, conjuros, las palabras mágicas de las que Merlín obtiene su poder", decían, pensando que Arturo debía ser muy tonto o estar en algún estado de delirio.


- "Merlín, si me hablaba acerca de las palabras", decía Arturo lentamente, reflexionando sobre la pregunta. "Me decía que las palabras tienen poder, que cubren los secretos de la misma manera que las trampas cubren los pasadizos subterráneos."

Tal explicación sonaba muy bien, pero no bastaba para aplacar la curiosidad de la gente. Todos querían saber cómo funcionaban en realidad los hechizos de Merlín.


- "Bueno", contestaba Arturo, "cuando yo era un bebé, recuerdo que Merlín me dijo ‘Come’. Cuando fui un poco mayor, me dijo ‘Camina’, y si me quedaba despierto hasta muy tarde, me decía ‘Duerme’. Hasta donde sé, he venido comiendo, caminando y durmiendo desde entonces, de manera que esas palabras debieron ser conjuros muy poderosos, ¿no están de acuerdo?"

Nadie lo estaba. Todos se iban cavilando si ese muchacho estúpido adoptado por Sir Ector llegaría a ser alguien algún día.

Chopra

No hay comentarios: